ESTOPA SE REINVENTA EN SU NUEVO ÁLBUM ESTOPA 2.0, QUE SE PUBLICA EL 21 NOVIEMBRE DE 2011
“Siempre intentamos hacer discos variados, como un cuadro con muchos colores, y esta vez los colores nos han salido muy definidos, actualizados y enriquecidos”, dicen los hermanos David y José Muñoz de su nuevo álbum Estopa 2.0, que se publica el 21 de noviembre de 2011. “Por eso se llama 2.0, por su relación con el primero, por el renacer”, continúan. “Es el disco, junto con el primero, en que hemos trabajado con más calma, con más tiempo para componer, para reinventarnos”.
El dúo de Cornellá habla con ilusión y entrega de su nuevo trabajo. “Empezamos a componer de manera diferente. Se abría el melón y no sabíamos donde íbamos a parar”, continúa. “No sé cómo, pero es distinto, no es forzado. Seguimos confiando en la inspiración. Nos juntamos, tocamos la guitarra, salen las canciones...”.
Cuando se escuchan las canciones de Estopa 2.0, las diferencias con los últimos discos son más que apreciables. Naturalmente, ahí está el genuino sonido Estopa que ha creado estilo, pero junto a esas rumbas atípicas, callejeras y aceleradas (“Siempre hemos jugado con cambios de tiempo, de ritmos”, dicen) aparecen sorpresas en forma de rock cañero, de funk, de swing, de hard, de aires cubanos… “Nos tiene muy motivados. Nos da miedo hasta creérnoslo”, afirman. “Lo escuchas y te mola, se lo pones a la gente con ilusión. Hemos descubierto un continente nuevo, lo estábamos buscando desde el segundo disco. Hemos compuesto temas que han pasado al cancionero popular, pero estábamos en la búsqueda de esto”. Esto son las canciones de Estopa 2.0, un álbum en el que hay de todo, un abanico variado y abierto de música que mantiene la identidad, que sigue pisando asfalto, pero… Vayamos a las canciones.
El álbum se abre con Mañanitas (“La canción más sorprendente del disco, mezcla de Black Eyed Peas y AC/DC”, dice Estopa de la canción) para romper tópicos desde el principio. Sonidos electrónicos, vientos, aire funk y un swing diferente dan paso a un ambiente hard rock para reflejar la evidencia de la evolución de Estopa, que se confirma en Vacilón (“Una rumba-billy divertida, con un compás en Cuba y otro en Memphis”), canción que enlaza a las mil maravillas a ritmo de guaguancó, con teclados vintage y aromas a los 60. Estopa apuesta fuerte en el comienzo de su nuevo álbum aportando aire fresco, remozando el estilo, abriendo ventanas, sorprendiendo.
Después llega Me quedaré (“Un single seguro. Tiene magnetismo, le gustará a la gente y nosotros nos hemos quedado muy satisfechos”), con Estopa más reconocible en esa manera de estructurar las canciones que desembocan en un estribillo rotundo y eléctrico, aunque con hallazgos en la sónica también inéditos en la banda. La primavera (“Una rumba de guante blanco. Elegante”) es el primer single del disco, una rumbita estupendamente elaborada, alegre y luminosa, puro Estopa, con una letra de altura, final arrebatador y destinada a convertirse en otra de las canciones referenciales de los hermanos Muñoz.
El rock agresivo vuelve con Alma animal (“Misticismo”, dice Estopa escuetamente para definir la canción), que aporta novedades originales en su construcción y da paso a Un rincón de mi mundo (“No teníamos baladas y nació esta. Tranquila, introspectiva”), que comienza y termina con el piano minimalista de Alfonso Pérez para dar carácter a la canción, excelente en la utilización de las sonoridades, de los ambientes y con una gran interpretación, plena de matices, de David Muñoz.
Rumba sin nombre (“Rumba por derecho con el bajo de Carles Benavent. Conserva ese aire de fiesta en la taberna”) es Estopa más rumbero que nunca, sin cortarse un pelo, mientras La bombillita (“A ritmo de swing, jazz años 30, cine mudo. Está dedicada al hijo de David. Siempre dejamos las canciones abiertas, pero en este caso es para un niño”) vuelve a dar una vuelta de tuerca y sorprende de nuevo introduciéndose en el ragtime con solidez, apoyado por los metales y con otro estribillo de los que se quedan a la primera.
Estación del olvido (“Junto a Empanados, la más tradicional. Una falsa balada y en el estribillo te das cuenta por qué”, dice Estopa) lanza ese estribillo al rock más furioso para romper el ambiente tranquilo que salpica la canción, y el disco vuelve a cambiar de tercio radicalmente con Indecisión o no (“Nunca nos habíamos acercado tanto al funk”), excelente en los arreglos, en la sónica, en la propuesta funk-rock con el espíritu Estopa siempre presente. Y en la recta final del álbum, Empanados (“La más Estopa, la más clásica, con sonido más tradicional. Estamos orgullosos de la letra”) tiene ese genuino y atípico aliento rumba de Cornellá (marca registrada de los hermanos Muñoz), mientras La locura (“Rescatada de la famosa maqueta que se colgó en internet, pero aquí la canta José. Nunca hemos hecho una canción tan heavy”) cierra el disco con tremenda fuerza rockera, aunque con sorpresa dentro para descubrir.
Son las canciones de Estopa 2.0, un álbum inesperado en muchas canciones y momentos, que no se aferra al pasado y marca una evolución evidente en la composición y la envoltura de los temas. “Muchos de los arreglos ya los teníamos en las maquetas, pero los músicos los han mejorado. Este disco está mucho mejor producido. Cuando acabas un álbum, siempre captas algún fallo. En este todavía no hemos pillado ninguno”, afirma Estopa.
Todas las canciones del disco son de David Muñoz y José Muñoz (“Están compuestas en los últimos tres años, excepto La locura que es de la primera época”, dicen), que también lo han producido. Grabado y mezclado en Estopa Estudio y masterizado por Tatsuya Sato en Sterling Sound, en el álbum han participado David Muñoz (voz), José Muñoz (guitarra flamenca, voz en La locura), Ludovico Vagnone (guitarras), Antonio García de Diego (guitarras), Juan Antonio Romero (guitarras), Anye Bao (batería), Luisito Dulzaides (percusión), Juan Maya (guitarra flamenca), Antonio Ramos “Maca” (bajo), Carles Benavent (bajo en Rumba sin nombre), Toni Saigi “Chupi” (teclados analógicos), Alfonso Pérez (teclados), Nacho Lesko (teclados), Marc Blanes (programaciones, teclados)…
“La mano de los músicos se nota mucho y el acierto del productor es elegirlos bien”, dice el dúo. “Maquetamos las canciones en un estudio pequeñito, en casa de mi padre. Hemos inaugurado nuestro nuevo estudio con este disco. Está en Barcelona y equipado con la última tecnología, aunque al final nos faltaba una alfombra para que no se moviese la batería. Lo hemos customizado a nuestro gusto, con fotos de Xavi, Iniesta, Gasol… Estamos encantados y nos ha sorprendido el tirón que está teniendo el estudio con otros artistas” dice Estopa, que se muestra encantado de que su nuevo álbum se publique al mismo tiempo en España y en toda Latinoamérica y en Estados Unidos en enero.
Y al mismo tiempo que se prepara el lanzamiemto, Estopa también comienza a planificar su gira, que comenzará el 3 de febrero de 2012 en Zaragoza, para continuar el 11 en Madrid (Palacio de Deportes), 25 de febrero en Barcelona (Palau Sant Jordi)… “Nos apetece hacer solo dos conciertos por semana y extender la gira durante nueve meses”, dicen. “Estamos más tranquilos y el público siempre te ve al cien por cien. Sitios medios en invierno y más grandes en verano. El año pasado nos fue muy bien, con todo lleno”.
Es lo nuevo de Estopa, que desde su aparición en 1999 se ha convertido en un grupo fundamental para comprender la música española de los últimos diez años. En su primer disco, los hermanos David y José Muñoz sorprendieron desde Cornellá (Barcelona) con canciones como La raja de tu falda, El del medio de Los Chichos, Como Camarón, Cacho a cacho, Me falta el aliento... Era su álbum de debut y Estopa armó el taco con más de 1.300.000 discos vendidos, dos Premios Amigo y un Premio Ondas, giras internacionales... En 2001 se publicó Destrangis y Estopa repitió éxito con otro buen puñado de canciones, entre ellas Vino tinto o Partiendo la pana, y en 2004 su tercer álbum, ¿La calle es tuya?, volvió a situar temas como Pastillas de freno, Tragicomedia o Fuente de energía en la memoria de la cultura popular.
A finales de 2005 llegó Voces de ultrarumba, su cuarto disco que mantuvo el éxito con canciones como No quiero verla más, Vacaciones o Lunes. Con este álbum, Estopa realizó más de 65 conciertos y recibió 30 Discos de Platino por las ventas totales de su obra. Después, Allenrok (2008) consiguió dos Discos de Platino y entró directamente al nº1 de la lista de los más vendidos en España, puesto en el que se mantuvo cinco semanas. Era el quinto disco de estudio de Estopa, que ya había vendido más de tres millones de ejemplares de su obra en diez años de carrera, una década que se celebró con la publicación en 2009 de Estopa X Anniversarivm, una auténtica colección de nº1 con nuevas versiones e importantes artistas invitados.
Fue el álbum más vendido en iTunes en 2010 en España y el single El Run Run (con Rosario) la canción más descargada y la más tocada en las radios ese año. Estopa X Anniversarivm entró directo al nº1 en la lista oficial de los álbumes más vendidos en España y El Run Run se mantuvo siete semanas en el nº1 de la lista de las canciones más vendidas con triple disco de Platino. Además, Estopa X Anniversarivm fue nominado a los Grammy Latinos 2010 en la categoría de Mejor Álbum Pop Vocal Dúo o Grupo.